Datos personales

martes, 10 de diciembre de 2013

Como en los viejos tiempos (parte dos)




La Real Sociedad había ganado dos títulos de liga consecutivos pero el protagonismo de esta nueva temporada iba a seguir estando en el País Vasco. El Athletic Club logró ser el primero de una competición en la que empezaban a aterrizar estrellas como N´Kono, portero camerunés del Espanyol, Kempes volvía a hacer goles para el Valencia y Maradona intentaba llevar al Barça a lo más alto de la clasificación española. El título estaba caro y para asombro de muchos fue el Athletic el que se llevó la corona.

Temporada 1982-1983

Javier Clemente, perdido para la práctica del fútbol por una grave lesión, sería el encargado de convertir al Athletic en campeón tras una sequía de 27 años. Su lucha sería contra un Real Madrid que tampoco despegaría esta temporada y un Barcelona con problemas internos. Los catalanes, dirigidos por Lattek, no cumplieron con las expectativas debido a la hepatitis de Maradona y a las diferencias entre el entrenador y la otra estrella, el alemán Schuster. Clemente, por su parte, sacó todo el provecho de su equipo y conquistó la liga gracias a su solidez defensiva, un estilo de juego sencillo pero eficaz y con poca creatividad en ataque pero sí con acierto de cara a portería. El plantel de los Leones, una mezcla de juventud y veteranía, alcanzó la cima del fútbol español y no se bajó del trono hasta dos años después, cuando el Real Madrid ya contaba con la Quinta del Buitre.

Temporada 1983-1984

Si la Real logró el doblete liguero los hombres de Clemente no podían ser menos, nueva temporada y nuevo título, esta vez acompañado de la Copa del Rey. La seña de identidad del Athletic sigue siendo su seguridad defensiva, Zubizarreta deja su portería a cero en 16 ocasiones y su equipo gana por la mínima (1-0) en 7 encuentros. Esta temporada el gran rival fue el Madrid de Di Stéfano que a final de temporada suma los mismos puntos que los vascos pero la diferencia de goles termina por sentenciar a los blancos. La afición bilbaína también tuvo un peso clave, sobre todo en los duelos directos contra el Real (Goikoetxea y Dani remontaron el gol de Stielike). Otro de los candidatos, el Barcelona, se queda más lejos de la batalla por el título a pesar de ser el equipo menos goleado y el más goleador.  Como dato curioso, el Barça cosecha su mejor racha de resultados cuando Maradona y Schuster son bajas. Mientras tanto, la Real Sociedad se centra en la Copa de Europa donde llega hasta semifinales para caer con el Hamburgo, equipo alemán que termina levantando el máximo cetro continental. Por último, el Atleti se presentaba como alternativa al título aunque no le llegó con los goles de Hugo Sánchez para alcanzar al Madrid y al Athletic, campeón de liga por segundo año consecutivo, cerrando cuatro años de dominio vasco en el fútbol español.

Javi Clemente se consolida como técnico con este nuevo triunfo, gran motivador, sabe cubrir las bajas de la plantilla y no le tiembla el pulso a la hora de sentar a Sarabia, el atacante de mejor calidad de su equipo. El ya mencionado Zubizarreta, con apenas 23 años, empieza a sonar como el heredero de Arconada. Uno de los salvadores del Athletic sería Dani, lastrado por las lesiones, pero clave a final de temporada en los encuentros contra Madrid y Valencia. Por último, el pilar defensivo, Goikoetxea, refleja la dureza de los Leones, su dura entrada a Maradona le cuesta siete partidos de sanción.


El Athletic Club de Bilbao ponía fin a este periodo de dominio vasco, tras las cuatro ligas que no saldrían del País Vasco llegaría el Real Madrid de Butragueño y compañía. Eran tiempos en los que cada partido era una final, cualquier equipo podía ganar a otro y dejarle fuera de la carrera por el título. Por eso era la competición de la regularidad y por eso era la mejor liga del mundo. 

Pablo Hoz Villanueva
@pablohozv

viernes, 6 de diciembre de 2013

Como en los viejos tiempos (parte uno)



La liga española ha llegado a un punto en el que la emoción la ponen los equipos de abajo, saber quiénes son los desafortunados que descienden, quiénes pasarán de codearse con los mejores a jugar en segunda división. La guerra por la permanencia es la que está apretada mientras que el título solo puede caer en manos de dos, por mucho que el Atleti se empeñe en pelear con sus vecinos y el Barça. En esta liga de las desigualdades, la irrupción de equipos como el Athletic Club o la Real Sociedad suponen un soplo de aire fresco, una ventana que se abre y permite ventilar el oscuro y empolvado sótano de Tebas, presidente de la liga, quien insiste en vender la competición como la mejor del mundo. Por suerte, como decíamos, aún existen rayos de esperanza que se cuelan por la rendija de esa ventana, esperanza en forma de un Athletic que va a más y vence al Barcelona o una Real Sociedad que se pasea por Europa aunque con un amargo desenlace. Por un momento volvemos a los años 80 cuando los equipos vascos se imponían al resto, cuando el título coqueteaba con varios aspirantes. Cuando la liga sí podía presumir de ser la mejor liga del mundo.

Temporada 80-81

La temporada de 1980 contaba con dos aspirantes claros, el Barça y el Atleti, sin embargo los catalanes se vinieron abajo cuando, el 1 de marzo de 1981 su máximo goleador, ¨El Brujo¨ Quini, es secuestrado. Los rojiblancos también pierden fuellen con el paso de las jornadas. A tres partidos del final de temporada la Real alcanza el liderato, mientras el Madrid termina de noquear al Atleti. El final de liga sería de infarto, los hombres de Ormaetxea se caracterizan por la solidez defensiva, el juego directo y unos extremos profundos que hacen del juego por banda de los vascos un ataque letal. La Real tiene que ganar en el Molinón para ser campeones, el Madrid debe hacer lo mismo contra el Valladolid y esperar que el Sporting derrote al conjunto ¨Txuri Urdin¨. Los blancos ganan y su extremo, Juan Gómez, Juanito, promete ir de rodillas desde el centro del campo hasta los vestuarios si conquistan la liga. En tierras asturianas la Real pierde por 2-1 y la lluvia, junto a un campo embarrado, dificulta el juego de Ormaetxea y los suyos. Cuando Juanito ya empezaba a enfilar el camino al túnel sus compañeros van a avisarle, a 30 segundos para el final del duelo en el Molinón Zamora había logrado firmar el empate.

La Real Sociedad se hizo con el título gracias a la solidez defensiva y la sobriedad y el liderazgo de su guardameta, Arconada, que se convertiría en el zamora de ese año. Periko Alonso era el encargado de sacrificarse por todo el ancho del centro del campo. En el aspecto ofensivo, López Ufarte, desde el extremo, ofrecía velocidad, desborde, un centro preciso y cinco goles que acabaron siendo fundamentales. La punta de lanza la completaba Zamora con gran calidad pero un estilo sobrio, como un asesino que viste de esmoquin. Su gol al Sporting, a falta de medio minuto para el pitido final, le dio el campeonato a los vascos.

Temporada 81-82

La temporada previa al Mundial de España fue muy parecida a la anterior. Mismo campeón, la Real, mismo pichichi, Quini, y mismo Zamora, ¨El Pulpo¨ Arconada. La Real Sociedad, con el mismo plantel, tiene que esperar hasta la jornada 34 para cantar el alirón, con el Athletic como rival (2-1). El Barcelona de Lattek partía como uno de los favoritos pero cosecha 4 derrotas y 2 empates en las últimas 6 jornadas. El entrenador ¨Txuri Urdin¨ cuenta con 13 hombres para ganar el título entre los que destacan el tridente ofensivo compuesto por Satrústegui, el gran rematador Uralde, y el veloz López Ufarte.  


Era una liga en la que se partía con tres o cuatro equipos capaces de alzar el título, donde la esperanza y los sueños por ganar no solo correspondían a dos aficiones. El dinero aún no había adulterado a la liga española y por eso, equipos como la Real, lograron escribir su nombre en la historia del fútbol español. En la segunda parte de esta entrada, correspondiente a las temporadas 82-83 y 83-84, seguiremos recordando viejos tiempos gracias al Athletic de Clemente que cerró la hegemonía de los equipos vascos en España. Unos años en los que las estrellas se repartían por los distintos equipos y el que el único protagonista era el balón.

Pablo Hoz Villanueva
@pablohozv