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viernes, 26 de abril de 2013

El ¨espíritu Juanito¨ ni se compra ni se vende


Noche amarga la que vivió el madridismo el pasado miércoles 24 de abril, una más para la historia del Real Madrid. A la historia también se espera que pase la remontada que debe protagonizar el club blanco el martes 30. Antecedentes para lograrlo existen, aún así las sensaciones del equipo ante el Dortmund fueron muy negativas. Por su parte, la prensa empieza a fantasear con una hazaña a la altura de la historia merengue.

En los próximos días, y hasta el día del partido de vuelta de las semifinales de la Champions, los periodistas intentarán vender, una vez más, la posibilidad de lograr el pase a la final de Wembley. Tras el partido en el Westfalenstadion se pretende conseguir aumentar los ánimos de los aficionados para que vean un partido que, en teoría, debería ser de trámite para el Borussia Dortmund. La intención de los jugadores será de remontar, pero la prensa solo quiere vender periódicos y ven un gran negocio en el próximo partido del Real Madrid. Los titulares de esta semana recordarán y apelarán a la garra de Juan Gómez, Juanito, un jugador que aúna los valores del madridismo y cuyo nombre sigue vendiendo el periodismo para tocar la vena sentimental de los madridistas más fervientes.

Juanito personifica los valores del Real Madrid

El problema es que esta historia se repite cada año, sobre todo cuando el Real Madrid se quedaba en la barrera de los octavos de final de la Copa de Europa. Sin ir más lejos, el año que Pellegrini y sus jugadores debían vencer al Lyon, el diario Marca pretendía que los titulares del Madrid fuesen ¨11 Juanitos¨ una portada llamativa, que buscaba la épica, pero que quedó en un nuevo fracaso del club de la capital. Tropiezos como estos hay muchos más, como por ejemplo, el famoso chorreo del Liverpool en Anfield. El presidente del equipo blanco, Boluda, mostró su optimismo confiando en chorrear a los ¨red¨, los diarios madrileños se encargaron de invocar, una vez más, al ¨espíritu Juanito¨. El fracaso se volvió a repetir con lo que el Real Madrid y el periodismo evidenciaban la crisis por la que estaban pasando. La falta de calidad era evidente en ambos casos.
Butragueño, protagonista del 6-1 ante el Anderlecht
Otro periódico que ha querido subirse al carro de la gloria y de las hazañas deportivas es ABC que en el 15 aniversario de la muerte de Juan Gómez titulaba ¨El espíritu Juanito vive en el 7¨. Sin embargo la plantilla del Real Madrid, de la última década, ha demostrado estar muy lejos de aquel Madrid de los años 80, a pesar del interés periodístico de vender que la entrega y el madridismo de aquella plantilla se puede trasladar a la actual. Las diferencias son evidentes, la identidad de los jugadores con el escudo y la confianza de lograr lo imposible están lejos del alcance de los últimos jugadores que han portado la blanca.

En esta semana de invocaciones especiales también se ha recurrido a los grandes partidos de aquellos héroes, Las remontadas ante el Inter de Milán, el Anderlecht o el Borussia Mönchengladbach no han sido olvidadas en la previa de la cita del próximo martes. Aquel Madrid de Juanito, Santillana, Chendo e incluso la Quinta del Buitre atemorizaban a su rival, un equipo que salía asustado a pesar de la ventaja en el marcador. En los túneles que dan acceso al terreno de juego solo las barandillas separaban a los jugadores visitantes de los insultos y escupitajos de los titulares blancos. Al saltar al césped el Bernabéu tronaba, un estadio a rebosar que llevaba en volandas a sus jugadores y que provocaban el miedo escénico en el contrario. Jugadores y afición eran uno pero eso se lo ganaron unos futbolistas que daban la vida por un escudo y que hacían soñar a unos seguidores que se acostumbraron a superar la barrera de lo inefable. Todos eran vikingos.

Los jugadores celebran el 4-0 ante el Gladbach

El equipo  actual, desde el siglo XXI, no ha terminado de tener ese coraje, al menos no todos los jugadores. Muchos de ellos no son conscientes del escudo que defienden, no son capaces de correr hasta la extenuación para lograr el objetivo. Es posible que esta carencia se deba al fútbol moderno que se ha convertido en un pasatiempo y no en una forma de vida para el espectador, tal vez sea culpa del dinero que nubla a los jugadores, o que una plantilla compuesta por tantos extranjeros haga que un equipo pierda su identidad a pesar de su historia.

Una leyenda y una afición para espolear al equipo

Lo único cierto es que el próximo martes el Real Madrid se juega su prestigio, se juega el emular a aquel plantel de los 80, el pase a la final sería un premio pero la hazaña de remontar, con el apoyo del Bernabéu, pasaría a la historia aunque no hubiese titulo. La obsesión por la Décima no ha resultado positiva aunque aún hay un último cartucho para unos jugadores que quieren soñar. Si logran pasar la eliminatoria el hito tendrá su eco en la eternidad, remontar no es una obligación, intentarlo hasta el final sí. Solo hay que exigir, como pediría Juan Gómez, que honren la camiseta que llevan. Para lograrlo deberán ser ¨11 Juanitos¨, la pregunta es ¿pueden serlo?

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