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sábado, 27 de julio de 2013

Helenio Herrera, ¨un caso único y excepcional¨

Llega el Tata Martino al Barcelona con el objetivo de reemplazar a Vilanova, llenar de moral a un vestuario que ha tenido que aguantar muchos golpes y recuperar las mejores sensaciones que dejó Guardiola. Tarea difícil para el argentino pero como dijo Helenio Herrera: ¨las cosas difíciles necesitan tiempo, las imposibles más tiempos¨. Y él es el protagonista de esta entrada, el Mago, como lo conocían, que junto a Olsen y Menotti son los entrenadores argentinos que han dirigido al Barça. A partir de ahora se les suma Gerardo Martino.

Helenio Herrera fue un trotamundos que viajó  por Europa y Sudamérica desde su etapa, poco fructífera, como defensa. Nació en una familia humilde por lo que sabía que de él dependía conseguir una vida mejor, esa oportunidad se la brindaría el mundo de los banquillos. Como entrenador se convirtió en estrella, excéntrico y entregado a su oficio consiguió ser el entrenador de más éxito en todos aquellos equipos que entrenó: Valladolid, Deportivo, Málaga, Sevilla, Roma, entre otros, siendo el Atlético de Madrid, el Barça y el Inter los equipos en los que dejó una mayor huella. Con los colchoneros consiguió dos títulos de liga consecutivos y con el Fútbol Club Barcelona levantó dos ligas más mientras dejaba su sello personal. Mucho carácter y ejercicios innovadores, siendo el aspecto psicológico uno de sus puntos fuertes, así convirtió a sus jugadores en los mejores aunque no lo fueran.

HH, un entrenador claro y directo
Su fama empezó a atravesar fronteras y en 1962 ejerció de ayudante de Coronado para preparar a la selección española de cara al Mundial de Chile. En España dejó un buen recuerdo, sobre todo por los títulos cosechados, pero fue en Italia donde disfrutaron de su legado. En los años 60 Moratti confía en HH tras una larga lista de entrenadores despedidos y el Mago no lo duda, nada más llegar pide un sueldo que él considera justo: ¨a veces lo caro sale barato, y lo barato caro¨. Herrera no se mordía la lengua, decía lo que pensaba y eso le llevó a ejercer de periodista tras su paso por los vestuarios más importantes de España e Italia. En el Inter estableció el catenaccio y terminó por confiar en la figura del líbero, personificada en Picchi. Su filosofía era clara, un centrocampista ocupaba la posición de líbero por detrás de los defensas, el lateral era libre para atacar. En la faceta ofensiva sus consignas estaban grabadas en la mente de sus jugadores: fútbol rápido y vertical, con no más de tres toques antes de llegar a puerta. La clave del éxito era ese juego vertical, si pierdes un balón jugando lateralmente lo pagas con un gol.

Helenio Herrera y Sandro Mazzola
Por esquemas tan modernistas pasó a la historia pero parte de su éxito, como recordaría el interista Mazzola, se debía a su preparación psicológica. Si el rival era mejor lo desmitificaba, si el contrario era un conjunto fácil HH enfatizaba en sus puntos fuertes. No había espacio para la relajación por eso el Mago necesitaba a todos sus jugadores con él. Este carácter le llevó a levantar tres ligas con los neroazzuris y dos Copas de Europa consecutivas. El elenco de estrellas que tenía el Inter también ayudó, Luis Suárez, Peiró, Mazzola y Picchi iban a la cabeza, ellos ponían la magia y Herrera el ímpetu: ¨Quien no lo ha dado todo, no ha dado nada¨.

El Inter del Mago Herrera/ Marca

Así era Herrera, un revolucionario con una personalidad excéntrica y extrovertida. Su dura infancia le llevó a luchar por sus sueños, lo dio todo por convertirse en el mejor entrenador de su época y su legado aún perdura. Antes de morir pidió descansar en un lugar alto, donde dé el sol, en 1997 HH llegó a la última parada de un viaje que empezó en Buenos Aires cuando soñaba en ser una estrella del fútbol. Su sueño se cumplió, aunque desde la pizarra, y hoy en día puede contemplar todo lo que aportó al fútbol desde ese lugar alto, donde el sol brilla. Mientras, Martino empieza su viaje en el Fútbol Club Barcelona.

Pablo Hoz Villanueva
@pablohozv

miércoles, 17 de julio de 2013

EL GRAN CIRCO DE GASCOIGNE

Las Islas Británicas vieron nacer el fútbol cuando la Football Association decidió separarse del rugby. Este mismo país ha visto a algunos de los mejores jugadores de la historia como George Best o Stanley Matthews. Sin embargo, los rotativos ingleses, los periodistas británicos y los aficionados al fútbol en general no dudan en señalar a Paul Gascoigne cuando les preguntan por el mejor, el más talentoso. Y si de talento natural hablamos no hay dudas, Gazza fue un genio cuando sus problemas con el alcohol no le impedían hacer magia con el balón.

La carrera deportiva de Paul Gascoigne se desarrolló a la par que sus problemas de comportamiento. A los 13 años sus diabluras con el esférico le valieron para firmar por el Newcastle pero durante su adolescencia tuvo que hacer frente a la muerte de su padre. La inestabilidad familiar y los problemas en el hogar le llevaron a tener encuentros con la ley y a desarrollar una actitud compulsiva. Por aquel entonces estos problemas no intercedieron en su carrera futbolística. El pequeño centrocampista inglés seguía creciendo y su talento no parecía tener límite. Pero sus bromas tampoco como demostró cuando invitó a su compañero de color, Cunningham, a una sesión de rayos UVA.

Vinnie Jones y Gazza en un Wimbledon-Newcastle
Sus problemas de comportamiento facilitaron su salida de las ¨Urracas¨ que habían aceptado la oferta de dos millones de libras del Tottenham Hotspurs. Las grandes actuaciones iban acompañadas de salidas de tono como en la final de la Copa. Gascoigne hizo una dura entrada contra el jugador del Nottingham, Gary Charles, sin embargo el que salió peor parado fue ¨Gazza¨ que se fracturó los ligamentos cruzados y estuvo casi un año de baja cuando la Lazio ya le había fichado. El club italiano desembolsó ocho millones a cambio del gran talento británico. La mala suerte se cebó con él tras recuperarse de la lesión ya que volvió a recaer al hacer una falta a Nesta durante un entrenamiento. El cada vez más incomprendido jugador no empezaba con buen pie en su aventura italiana.

¨Gascoigne es un jugador fantástico…cuando no está borracho¨ Brian Laudrup.

 Su balance en el club romano no fue positivo: 41 partidos en tres años, seis goles y tan solo un subcampeonato de liga. A pesar de todo la afición le idolatraba, no solo por el gol que le hizo a la Roma sino por sus excentricidades. En otro derbi la afición de la Roma le lanzó chocolatinas, Paul Gascoigne respondió comiéndose una y demostrando que su problema de peso no le importaba. Los problemas más graves los tuvo con la prensa, tras la no convocatoria para un partido contra la Juventus un periodista le preguntó su opinión, Gascoigne respondió al micrófono con un eructo. La broma del inglés dio la vuelta al mundo y el presidente, Cragnotti, afirmó que no volvería a fichar jugadores ingleses. La paciencia se terminó de agotar y el talento del inglés volvió a cambiar de aires, su próximo destino fue Escocia donde no dejó indiferente a nadie.


El recuerdo que tienen de Paul Gascoigne de su etapa en el Glasgow Rangers se retoma a una celebración muy polémica ante el Celtic. El mediocentro inglés celebró un gol simulando que tocaba la flauta, gesto que simboliza las marchas protestantes y que la afición católica del Celtic consideró ofensiva. Las represalias que tuvo ¨Gazza¨ no le cortaron las alas ya que tres años después repitió el gesto durante el calentamiento previo al encuentro estelar de Escocia. Además de estas polémicas Gascoigne se despidió de Glasgow con dos títulos de liga bajo el brazo.

La celebración que enfadó a los católicos del Celtic
Tras esta última aventura Gascoigne no volvió a tener suerte a nivel de clubes. En el Everton las lesiones y su alcoholismo le impidieron rendir a un nivel decente, en el Burnley duró cuatro meses, su periplo americano tampoco cuajó y el bueno de ¨Gazza¨ acabó militando en la segunda división de China. En el Middlesbrough tampoco aguantaron sus pesadas bromas, tras un entrenamiento y vistiendo solo los calcetines, el díscolo Gascoigne se dirigió a la cafetería a reclamar su desayuno.

Con la selección inglesa Gascoigne llegó hasta las semifinales del Mundial de 1990 donde Alemania eliminó a los Pross en la tanda de penaltis. Idéntico resultado cosecharon en la Eurocopa del 96, competición en la que Gascoigne destrozó un avión durante uno de los viajes. Hoddle confió en él para el Mundial de Francia que se disputó en 1998 pero por aquel entonces Paul estaba entregado a otras causas.

¨Una vez le dije a Gazza que su coeficiente intelectual era más bajo que su dorsal . Él me preguntó ´¿qué es un coeficiente intelectual?´¨. Best

 Cuando su cuerpo ya no le permitía sostenerse sobre los terrenos de juego Gascoigne prometió curar sus problemas con el alcohol y convertirse en entrenador. Hoy en día el inglés sigue enfrentado a una sociedad que parece no comprenderle a pesar de la ayuda que le ofrecen una y otra vez. Las clínicas de desintoxicación no han podido corregir el comportamiento de un hombre que se resistía a abandonar el fútbol, lo único que le ha mantenido con vida. La prensa inglesa se hacía eco de sus últimas locuras con titulares como ¨El destino roto de Gazza¨ o ¨Un ídolo en agonía¨. Gascoigne se preguntaba ¨¿ya no juego? ¿ya no existo?¨ pero aún así se resiste a aceptar ayuda. Actualmente el agujero negro en el que se encuentra sumido parece demasiado hondo pero en el recuerdo siempre estarán sus diabluras sobre el césped, mientras jugaba al fútbol. Ese era su circo y él su mejor payaso.


Pablo Hoz Villanueva
@pablohozv

lunes, 1 de julio de 2013

CADA TRIUNFO DE BRASIL ES UN RECUERDO PARA ZAGALLO

La selección brasileña mira entusiasmada al Mundial de 2014 que acogerá su país y el optimismo de cara a un nuevo título mundial ha crecido con la victoria en la Confederaciones. Los pentacampeones llevan demasiado tiempo sin lograr este ansiado trofeo, una copa ligada a la Canarinha y a un hombre: Mario Zagallo.

Zagallo, el señor de los Mundiales
Cinco estrellas luce Brasil en su pecho, sobre el escudo, recordando al mundo los cinco momentos en los que conquistaron tan preciada copa, en cuatro de esas cinco hazañas tuvo un gran protagonismo Mario Zagallo, el ¨Viejo Lobo¨. Zagallo comenzó su carrera futbolística como jugador, desde la banda izquierda dejaba detalles de una apurada técnica y a pesar de su escasa estatura era capaz de pelear por cada balón. Su entrega en defensa y su calidad en ataque le valieron para conquistar cinco cariocas entre otros títulos, siempre con el ¨13¨ a la espalda. Sin embargo, sus títulos más importantes llegarían con la zamarra de su país, portando la ¨verdeamarelha¨ Mario Zagallo consiguió el Mundial de 1958 y el de Chile de 1962. Los brasileños dejaban atrás el amargo recuerdo del ¨Maracanazo¨ con dos Mundiales consecutivos, todo gracias a la magia de Pelé, la calidad en ataque de Vavá y Didí, los desbordes de Garrincha y la entrega de Zagallo que ya miraba hacia los banquillos.

Como técnico tuvo unos grandes inicios en el banquillo del Botafogo, equipo con el que aumentó su palmarés con dos ligas y dos copas. Pero como ya le ocurrió en su etapa de jugador, los logros más destacados llegaron a cargo de la selección. Si hay un éxito que ¨El Profesor¨ recuerda con especial cariño es el del Mundial de 1970, en la cita celebrada en México Zagallo dirigió al mejor combinado nacional de la historia para conseguir el tercer título de Brasil. Aquel equipo maravilló a todos los aficionados al fútbol y parte de la culpa fue de Zagallo que consiguió juntar en el mismo equipo a Gerson, Tostao, Pelé, Rivelino y Jairzinho. Un juego de vértigo, un esquema dinámico con el que defendían en un 5-2-3 y que les permitía atacar con un 3-5-2. Pelé mandaba sobre el terreno de juego, Zagallo lo hacía desde el banquillo, era el ¨Jogo Bonito¨ en su máxima expresión y el premio fue una nueva Copa Jules Rimet y una nueva estrella que lucir en el pecho. Mario Zagallo ya había hecho historia al ser el primer profesional en lograr un Mundial como jugador y técnico. Este acontecimiento no se repetiría hasta el triunfo en 1990 de Alemania con un tal Beckenbauer como técnico.

Zagallo apostaba por la libertad de sus estrellas
Tras conseguirlo todo solo faltaba empezar a decaer pero ¨El viejo lobo¨ se resistió, entrenó en el Golfo Pérsico donde conquistó una Copa, llevó a los Emiratos Árabes Unidos al Mundial de 1990 y finalmente volvió a enfundarse el chándal de la ¨Seleçao¨. En 1994 Parreira pidió sus servicios como ayudante para preparar el Mundial de EEUU, con Zagallo en los banquillos no se conocía otro resultado que no fuese ganar y una vez más la gloria fue para los brasileños. La final ante Italia se decidió desde los 11 metros, una lotería que para proclamar al nuevo campeón. El supersticioso de Zagallo contempló la tanda desde aquel banquillo que tantas alegrías le había dado, y el supersticioso de Zagallo celebró como el que más el penalti que se iba a las nubes tras el puntapié de Baggio. Los mejores también fallan, pensarían muchos, Zagallo mientras tanto vinculaba su nombre a una nueva Copa del Mundo.

"Los jugadores lo apodaron 'el Profesor'. Su sola presencia en el banquillo es una muestra de solidez y muy tranquilizadora para los jugadores; una especie de nexo entre el pasado y el futuro". Parreira.

Tras el éxito de 1994 Parrerira dejó su puesto y ¨El Profesor¨ no dudó en volver a tomar las riendas de su selección. Tras ganar la Copa América del año anterior el combinado brasileño se dirigía a Francia para lograr su quinta estrella, pero 1998 supuso el fin del reinado ¨verdeamarelho¨. Aquella selección, liderada por Ronaldo y con la ausencia de Romário por decisión técnica, era la favorita a levantar el título. Los acontecimientos siguieron su cauce natural y Brasil se plantó en la final para enfrentarse a los anfitriotes, la selección francesa de Deschamps, Blanc y Zidane. A lo largo de la carrera de Zagallo ha habido muchos obstáculos pero la prueba más difícil se la encontró en la previa de aquella final. Unas extrañas convulsiones hacían creer que Ronaldo se perdería el partido pero tras unas pruebas médicas Zagallo decidió arriesgar y contar con su mejor jugador. La ausencia de Romário dejaba la delantera huérfana y ¨Ronnie¨ no estaba dispuesto a perderse la gran final. Los brasileños no entraron en el partido, Ronaldo se tambaleó sobre el terreno de juego y Zagallo contemplaba como los franceses perforaban las redes hasta en tres ocasiones. Tras muchos años de gloria Brasil debía conformarse con un subcameponato, una segunda plaza que puso punto y final a la vinculación entre Zagallo y la selección. Y es que hasta los mejores fallan.

El único reproche a Zagallo fue alinear a Ronaldo en la final

Hoy en día Zagallo sigue a Brasil desde el televisor orgulloso de formar parte de las historias que hay detrás de cada una de las estrellas que los brasileños lucen en el pecho. La estatua que tiene en Maracaná también sirve de homenaje para el seleccionador más exitoso de la historia, cada brasileño que la visite recordará sus logros y confiará en que se repitan en el próximo mundial celebrado en su propio país. Zagallo, con su superstición habitual, también lo seguirá desde la lejanía con la tranquilidad que le da saber que ya forma parte de esta historia.

Pablo Hoz Villanueva
@pablohozv