Vuelve la Champions, la competición más prestigiosa a
nivel de clubs, vuelven las emociones, esos pelos de punta al escuchar el himno
de la Copa de Europa aunque no juegue tu equipo. Si hablamos de la Champions
tenemos que hablar del Real Madrid, no por sus nueve entorchados, sino por su
continua lucha por esa ansiada Décima. Y si hablamos del Real Madrid el debate
enfoca a la portería. Quién lo iba a decir después de tantas temporadas en las
que el más incuestionado era Casillas, después de tantos años en los que Iker
sostenía al equipo con sus paradas mientras Ronaldo, el brasileño de los
Galácticos, o Cristiano ahora, hacían los goles. Y todo se debe a la aparición
de Diego López.
La llegada del cancerbero de Lugo se debió a la lesión de
Casillas aunque Mourinho ya había demostrado sus gustos por otro tipo de
guardameta, con otro carácter. El cambio de portero fue tormentoso, no porque
llegase Diego López, sino porque antes ya había jugado Adán y ese cambio fue
mucho más chirriante. La decisión de Mou no fue meramente deportiva y eso es lo
que perjudica al exportero del Sevilla. Sin embargo hay que ser justos, debe
jugar el mejor, en el fútbol el pasado no importa pero la mayor parte del
madridismo sigue pidiendo a Casillas. Y ante este clamor, con los aficionados
apoyando al de Móstoles para mostrarse contrario a Mourinho, y a los
mourinhistas que aún quedan, el principal afectado es el portero que eligió el
técnico de Setúbal.
El madridismo no debe ver al enemigo en la figura de
Diego, el canterano se ha ganado a base de grandes paradas el derecho a jugar.
En su día Agustín y García Remón vivieron un duelo similar, disputándose el
puesto más exigente de este deporte durante toda su carrera. ¨Pero es que las
paradas de Diego López ya las hacía Casillas¨ dirán muchos seguidores, pero es
que Diego también merece jugar, ha trabajado, ha rendido y todo eso mientras
escuchaba los gritos pro Iker en todos los campos de España. Tiene mérito lo
del gallego, sólo bajo los palos, enfrentándose a los delanteros rivales y al
juicio acusador de la grada y todo sin comerlo ni beberlo. Ha tenido la suerte
de contar con el apoyo de Ancelotti, un entrenador que ha demostrado que no le
preocupa la presión y a pesar de las opiniones le ha entregado el papel de
portero liguero a ¨Superlópez¨.
La Champions será otra historia, jugará Casillas y todo
parece que volverá a la normalidad durante los 90 minutos en el Ali Sami Yen.
Como ya nos tiene acostumbrados Iker cuajará un gran encuentro y resolverá los
problemas que le provoque Drogba, mientras tanto Cristiano hará los goles que
verá Diego desde el banquillo. Su turno volverá a llegar en liga donde tendrá
que colocarse bajo palos, sólo, viendo al delantero rival dirigirse hacia él.
En ese momento se hará el silencio, no importarán los cánticos, sólo habrá un
objetivo, y Diego volará a por el balón para sostener a su equipo mientras
Ronaldo y Bale se encargan de los goles propios. No hay debate, sólo fútbol.
Pablo Hoz Villanueva
@pablohozv
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