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sábado, 28 de septiembre de 2013

Solo fútbol






 En el mundo del fútbol prima el espectáculo, el problema es que con el paso del tiempo ese término se ha ido confundiendo en los medios de comunicación. En España los equipos que más pasión despiertan son el Madrid y el Barça pero a veces se da más importancia a debates insulsos sobre estos equipos antes que hablar del resto de componentes de la liga española. El último ejemplo es el penalti que perjudicó al Elche, un error muy grave pero parece exagerado sacarlo en portada dos días consecutivos. En la otra orilla, en Barcelona, se habla del gesto de Messi al abandonar el terreno de juego, los medios se frotaban las manos con un posible conflicto entre Martino y su estrella. Todo esto hace pensar si el fútbol ha llegado demasiado lejos, si ha atravesado la frontera del espectáculo deportivo llegando más allá. Antiguamente el fútbol se centraba en lo que pasaba en el rectángulo de juego, no llegaba a más ámbitos y los aficionados eran igual de fieles que ahora.
 
Ahora los medios se pavonean con sus imágenes exclusivas y sus seguimientos exhaustivos sobre los futbolistas mediáticos. Se ha perdido parte del romanticismo, esas fascinantes historias de futbolistas que jugaban por el placer de golpear un balón. La leyenda de un Maradona que despertaba al vecindario con el motor de su Ferrari a altas horas de la madrugada, sus actuaciones memorables en el césped a pesar de haber pasado la noche de fiesta. Ahora destacan la musculatura casi culturista de algunos jugadores, Maradona ni siquiera quería entrenar.


¨ ¿Un pianista corre alrededor del piano? ¿Entonces por qué yo tengo que recorrer el campo?¨ Ronaldo


Ronaldo y Romário también eran amigos de la juerga, ese gusto por el mundo de la noche con el hedonismo por bandera. Concentrados con Brasil ¨O Baixinho¨ preparó una serie de escaleras en los muros del hotel donde se alojaban para, junto a Ronaldo, irse en busca de compañía nocturna. Ronaldo no era amigo de los entrenamientos intensivos, se divertía con el balón en el pie, haciendo malabarismos junto a Roberto Carlos, su estado de forma no era el mejor pero durante 90 minutos utilizaba su talento natural para superar a unos rivales que seguían planes de preparación cada vez más sofisticados.

Más antiguo que todos los anteriores es George Best, el extremo irlandés rompió el prototipo de cualquier deportista, mujeriego, bebedor y trasnochador, se transformaba los días de partido para galopar por la banda de Old Trafford.


Es cierto que estamos en otros tiempos, que la exigencia del deporte de elite no permite rendir sin una preparación previa. También es cierto que los ejemplos antes expuestos eran fuera de series, un jugador normal acusaría más una mala vida, a Maradona y compañía les valía ser felices para trasladar ese sentimiento al campo. Hoy en día es impensable que un jugador juegue sin una vida propia de un deportista pero no estaría mal recordar esos tiempos en los que solo importaba lo que ocurría en el partido. El espectáculo se daba en el terreno de juego y eso era lo que querían los aficionados, no la vida extradeportiva, solo fútbol.

Pablo Hoz Villanueva
@pablohozv

jueves, 19 de septiembre de 2013

Nuevos amigos, viejos héroes




La primera jornada de la Champions League ha dejado un dulce sabor de boca en los equipos españoles, excepto por la derrota de la Real Sociedad que, pese a su buen partido, cayó ante los ucranianos de Donetsk. El Madrid y el Barça se postulan como candidatos serios, los primeros por plantilla y potencial, los segundos por los motivos de siempre y el aporte de Gerardo Martino. El otro representante español, también de Madrid, es el Atleti que demuestra una agresividad deportiva y mucha ilusión, el Cholo es el responsable de esta máquina en la que se han convertido los colchoneros, capaces de dar alguna sorpresa en esta edición de la liga europea. El objetivo es poder llegar al estadio Da Luz para levantar la Orejona, el balón ya empieza a rodar y se escribe una nueva historia de esta gran competición. Una historia llena de héroes que hoy dejan paso a los nuevos aspirantes al trono europeo.

El Real Madrid ha conseguido volver a ilusionar, como cada verano, y esta vez los motivos no se debían únicamente a los fichajes, la pretemporada de los blancos había sido positiva. Pero sólo era eso, una gira llena de compromisos con lujosos contratos para cobrar. En los partidos oficiales el equipo de Ancelotti ha mostrado lagunas, el problema es el de siempre, el nivel de juego. Tiene las figuras, tiene el escenario, pero falta encajar las piezas y el riesgo de caer en esa rutina de empezar un nuevo proyecto cada año empieza a ser peligroso. Aún así los mejores solistas del mundo pueden levantar la Copa de Europa por décima vez, si además logran tocar al mismo ritmo, aunque sea esporádicamente, habrá más posibilidades para los merengues. Deben afinar los instrumentos.

El eterno rival, el Barcelona, es un caso opuesto. La máquina azulgrana está perfectamente engrasada, el plan de ruta apenas ha cambiado y además se añade un gran violinista, como Neymar, a la orquesta que comandan Messi y compañía. Un equipo demoledor, con un estilo definido, son argumentos suficientes para conquistar Da Luz en el mes de mayo y alzar la quinta Orejona de la historia blaugrana. A eso hay que añadirle la figura de Martino, el técnico argentino no caerá en la presión de mejorar a Guardiola o a Vilanova. Sabe a lo que juega el Barça pero no tiene problemas en añadir variantes, y estas nuevas consignas parecen gustar en el vestuario. Rotaciones de los jugadores titulares, no obsesionarse con la posesión, saber encerrarse atrás cuando sea necesario y recurrir a las contras si el partido llama a eso. Buenas sensaciones desde la ciudad Condal.

Por otro lado están Atleti y la Real, no serán favoritos para ganar pero sí deben ser capaces de convertirse en la sorpresa de la competición. Sin presión los nuevos amigos de Europa pueden ofrecer partidos vistosos y recordar viejas hazañas, algunas tan recientes como la del Málaga que demostraron que endosarle tres goles al Zenit no era tarea fácil.

Villa, campeón de Europa, vuelve con nuevos retos
 Las cartas están echadas, cada equipo marca sus fronteras con la idea de escribir su nombre en la historia de la competición más prestigiosa del deporte rey. En el horizonte espera Da Luz, con la Copa de Europa como premio.

Pablo Hoz
@pablohozv

lunes, 16 de septiembre de 2013

Diego López, el héroe del silencio



Vuelve la Champions, la competición más prestigiosa a nivel de clubs, vuelven las emociones, esos pelos de punta al escuchar el himno de la Copa de Europa aunque no juegue tu equipo. Si hablamos de la Champions tenemos que hablar del Real Madrid, no por sus nueve entorchados, sino por su continua lucha por esa ansiada Décima. Y si hablamos del Real Madrid el debate enfoca a la portería. Quién lo iba a decir después de tantas temporadas en las que el más incuestionado era Casillas, después de tantos años en los que Iker sostenía al equipo con sus paradas mientras Ronaldo, el brasileño de los Galácticos, o Cristiano ahora, hacían los goles. Y todo se debe a la aparición de Diego López.

La llegada del cancerbero de Lugo se debió a la lesión de Casillas aunque Mourinho ya había demostrado sus gustos por otro tipo de guardameta, con otro carácter. El cambio de portero fue tormentoso, no porque llegase Diego López, sino porque antes ya había jugado Adán y ese cambio fue mucho más chirriante. La decisión de Mou no fue meramente deportiva y eso es lo que perjudica al exportero del Sevilla. Sin embargo hay que ser justos, debe jugar el mejor, en el fútbol el pasado no importa pero la mayor parte del madridismo sigue pidiendo a Casillas. Y ante este clamor, con los aficionados apoyando al de Móstoles para mostrarse contrario a Mourinho, y a los mourinhistas que aún quedan, el principal afectado es el portero que eligió el técnico de Setúbal.

El madridismo no debe ver al enemigo en la figura de Diego, el canterano se ha ganado a base de grandes paradas el derecho a jugar. En su día Agustín y García Remón vivieron un duelo similar, disputándose el puesto más exigente de este deporte durante toda su carrera. ¨Pero es que las paradas de Diego López ya las hacía Casillas¨ dirán muchos seguidores, pero es que Diego también merece jugar, ha trabajado, ha rendido y todo eso mientras escuchaba los gritos pro Iker en todos los campos de España. Tiene mérito lo del gallego, sólo bajo los palos, enfrentándose a los delanteros rivales y al juicio acusador de la grada y todo sin comerlo ni beberlo. Ha tenido la suerte de contar con el apoyo de Ancelotti, un entrenador que ha demostrado que no le preocupa la presión y a pesar de las opiniones le ha entregado el papel de portero liguero a ¨Superlópez¨. 


La Champions será otra historia, jugará Casillas y todo parece que volverá a la normalidad durante los 90 minutos en el Ali Sami Yen. Como ya nos tiene acostumbrados Iker cuajará un gran encuentro y resolverá los problemas que le provoque Drogba, mientras tanto Cristiano hará los goles que verá Diego desde el banquillo. Su turno volverá a llegar en liga donde tendrá que colocarse bajo palos, sólo, viendo al delantero rival dirigirse hacia él. En ese momento se hará el silencio, no importarán los cánticos, sólo habrá un objetivo, y Diego volará a por el balón para sostener a su equipo mientras Ronaldo y Bale se encargan de los goles propios. No hay debate, sólo fútbol.

Pablo Hoz Villanueva
@pablohozv

viernes, 13 de septiembre de 2013

¨I AM A GUNNER¨





Mesut Özil ha sido un caso curioso dentro del Real Madrid y no solo por su inesperada venta. El alemán llegó al club de la capital española cuando ya había dejado detalles de calidad en Bremen, los expertos en fútbol internacional veían cosas en el menudo centrocampista de origen turco. En el Mundial de 2010 comenzó su consagración, su partido contra Australia fue increíble, completo, el imberbe jugador se había echado a su espalda a la tricampeona del Mundo. Para hacer a la pequeña joya aún más jugosa su contrato con el Werder Bremen estaba a punto de expirar, un jugador joven y de talento que se ponía a tiro de los grandes de Europa. Y el jugador aterrizó en Madrid, previo pago de 15 millones de euros, se puso el ¨23¨ a la espalda y empezó a jugar. Jugó muy bien, desde el principio, el Bernabéu quedó prendado y Özil se convirtió en su ojito derecho. Ahí se inició la peculiar historia del alemán en España, un jugador talentoso que llegaba al Real a bajo coste y que contaba con el apoyo de una de las aficiones más exigentes del mundo del fútbol. El puzle, desde luego, era contrario a las experiencias habituales de Concha Espina.

Y Özil siguió jugando y el Bernabéu siguió aplaudiendo a su niño mimado, su forma de ser no le convertía en el prototipo de galáctico pero atesoraba quilates de calidad. Jugador elegante y con un guante en la zurda, su única debilidad era la irregularidad durante los partidos, el mal típico de estos jugadores. Pero para la afición esto no era un problema, Mesut podía estar desaparecido 85 minutos durante el partido pero si le llegaba el balón en el momento oportuno lo ponía donde quería. Veía los espacios y tenía el toque, suficiente para convertirse en el mejor asistente del equipo, en el mejor socio para un Cristiano desbocado. Pese a su irregularidad los números están ahí, Özil siempre aportaba y además dejaba algún detalle para la galería, era el jugador de más clase del Real Madrid. Palabras mayores, un control con elegancia, un regate en corto, esa conducción de balón con el exterior del pie izquierdo y el Bernabéu se ponía en pie. Todo iba bien para el chico de los 15 millones, su apariencia de frágil y su intermitencia no eran problema para una afición entregada al gesto de Özil. Se disfrutaba con el alemán.

¿Y el equipo? El equipo también se beneficiaba del talento del jugador, cuando aparecía. Algunos críticos apuntaban a que Özil solo surgía en partidos poco importantes, lo cierto es que fue clave en la liga que se conquistó en el Camp Nou pero se le ha echado en falta en algunos encuentros de Champions. Aún hay lamentos por aquella ocasión contra el Borussia. Aún así Özil, y sobre todo su padre, pensaron que la mejora de contrato era merecida. El club no lo contempló, los 5 millones de euros al año eran suficientes, el jugador más técnico de la plantilla no debía alcanzar el escalón de Cristiano Ronaldo. Y surgieron los problemas. Y se fue Mourinho, el técnico que confiaba en esos 15 minutos en los que Özil podía cambiar el partido.

La mejora de contrato no llegó, quien sí llegó fue Gareth Bale y cobrando más que el ¨10¨ blanco. Además, con la irrupción de Isco y el nuevo esquema de Ancelotti, el alemán se veía arrastrado a la banda, desde allí sus cualidades quedaban mermadas y eso era demasiado letal para un jugador ya de por sí intermitente. Si la formación de Carletto no cambiaba y el galés entraba en el equipo titular Mesut tendría que competir con el recién llegado Isco. El niño mimado del Bernabéu, que se estaba echando a la espalda a la mejor generación de Alemania de las últimas décadas, no solo no veía aumentada su ficha sino que, para más inri, veía peligrar su titularidad. La mecha había prendido y la exclusiva joya que fichó el Madrid por apenas 15 millones de euros comenzó a escuchar los cantos de sirena que venían de la Premier, un paraíso futbolístico.

El futbolista, alentado por su padre, terminó aceptando la oferta del Arsenal. El Madrid tenía pensado vender a Di María pero su entrega, las quejas e irregularidad del alemán y la aparición de Isco cambiaron los acontecimientos. Los Gunners pusieron 45 millones de euros para hacer el fichaje más caro de su historia, el Madrid cerraba su venta más fructífera y Mesut sentía la confianza que no veía en Ancelotti. Todos salieron ganando, el Real saneaba sus cuentas, perdía a un jugador de talento pero le reemplazaba Bale quien sí respondía al prototipo de galáctico, mientas en Londres el Arsenal cerraba, por fin, el fichaje de relumbrón que tanto ansiaba la hinchada. Quizá el más perjudicado sea Özil que cambia al Real por un equipo que debe pelear duro por entrar en Champions. Por el momento el Bernabéu se muestra contrario a la pérdida de su joya más brillante, Bale e Isco harán que esas quejas sean intermitentes, que solo se escuchen cuando Özil deje algún detalle en Londres porque, como todas las joyas exclusivas, se luce en contadas ocasiones. Hasta que ese momento llegue el protagonista de esta historia ha sido presentado en su nuevo club, sus primeras palabras en inglés fueron un guiño para su nueva afición a la que ya empieza a enamorar, al escuchar sus aplausos tal vez recuerde el cariño que le brindó el madridismo cuando aterrizó en España por 15 millones de euros. Cuando un simple detalle de calidad le servía para cambiar un partido, y tal vez piense que un simple detalle, un esfuerzo por pelear el puesto, le hubiera servido para decir ¨Yo soy madridista¨ y triunfar en el equipo blanco. Pero no, Özil, hoy por hoy, es Gunner

Pablo Hoz Villanueva
@pablohozv

domingo, 1 de septiembre de 2013

Los Invencibles de Wenger



Arsène Wenger llegó al Arsenal en 1996 y es hoy, tras 17 años en el banquillo ¨Gunner¨, cuando los cimientos de su proyecto se empiezan a tambalear. A los aficionados afines al equipo londinense se les está acabando la paciencia, ya no creen en la idea de Wenger a pesar de que el técnico francés llegó a tocar el cielo de Gran Bretaña y pasar a la historia con el mejor equipo de los 20 años que tiene el formato Premier League.

Wenger llegó al Arsenal en 1996

Tras 17 temporadas dirigiendo al Arsenal el equipo se ha consolidado en los puestos Champions aunque la filosofía de comprar jóvenes promesas y venderlos cuando llegan a su esplendor ya no convence en Londres. El proyecto Wenger ha ido de más a menos llegando a su colofón en la temporada 2003-2004, tras aquel glorioso curso el Arsenal no ha vuelto a saborear grandes éxitos. Y los años siguen pasando, el entrenador francés intenta mantener viva la llama de su proyecto pero corre el riesgo de ser recordado por esta etapa de estancamiento y no por los logros y el buen juego que cosechó en sus primeros años. Decida lo que decida los números de aquella fantástica temporada no serán olvidados, la temporada 2003-2004 es la del Arsenal de Wenger: Los Invencibles. 

 
Los héroes de aquella temporada
El equipo ideal de aquella liga era coreado de carrerilla por todo Highbury, Lehmann era el guardián bajo palos; Lauren, Touré, Campbell y Cole se encargaban de la línea defensiva; un doble pivote de músculo con Vieira y Gilberto Silva para respaldar a los jugones; Pires, Ljungberg y Bergkamp servían los goles al artista principal, Thierry Henry. Además Wenger ya contaba con las futuras promesas que auguraban un proyecto fructífero a largo plazo con Cesc Fábragas y José Antonio Reyes. Solo faltaba que el árbitro pitase el inicio del partido y ellos se encargaban de hacer juego, de crear el espectáculo para su afición.

Y una vez que el balón echó a rodar esos aficionados disfrutaron de una racha de 49 encuentros sin conocer la derrota, los chicos de Wenger se llevaron el título de liga y superaron el récord de imbatibilidad del Nottingham Forest de Clough (42 encuentros sin conocer la derrota). Un registro que llevaba 26 años sin ser superado pero aquel Arsenal dominó el campeonato de principio a fin ofreciendo buen juego y goles. Estos números les valieron para alcanzar los 90 puntos tras 26 victorias y 12 empates, el Chelsea se quedó a 11 puntos del primer puesto. Uno de esos 12 empates fue el que firmaron en White Hart Lane que sirvió para proclamarse campeones, los Invencibles conseguían el título en casa del vecino y rival de Londres. Sin embargo todo lo bueno llega a su fin, en octubre de 2004 los hombres de Arsène Wenger cayeron 2-0 ante el Manchester United pero la hazaña ya había sido realizada, aquel conjunto pasaría a la historia por un récord que aún espera ser superado.

Las 49 víctimas de aquel Arsenal invencible

Hoy Wenger ha logrado una victoria ante el Tottenham en el derbi de Londres, el rival contra el que lograron la liga hace ya nueve años. Ha pasado el tiempo, la idea de proponer un juego vistoso es la misma pero al equipo ¨Gunner¨ no llegan los jugadores de renombre que hagan posible un éxito similar al de hace casi una década. Tras muchas temporadas de austeridad la directiva parece contar con el dinero necesario, el escenario también es el ideal gracias a la magnitud del Emirates, tal vez solo falte que Wenger de un paso al lado y que llegue savia nueva al banquillo del Arsenal. Un soplo de aire fresco que haga posible que el Arsenal vuelva a la disputa por los títulos, un nuevo inquilino tras 17 años con la esperanza de superar al mejor equipo de la historia de la Premier.

Pablo Hoz Villanueva
@pablohozv